jueves, 24 de mayo de 2012

Elsa Punset: "Querer ayudar a los demás a vivir mejor, creo que es lo que me une a mi padre"


La filósofa y periodista Elsa Punset presenta 'Una mochila para el universo' tras tres años de trabajo en medios de comunicación y otras disciplinas menos visibles que le han mantenido alejada del mundo editorial. Este, su tercer libro, pretende ser una guía de viajes para nosotros mismos, es decir, 21 rutas para no perdernos en nuestras emociones. La hija del divulgador científico, Eduardo Punset, sigue sus pasos y nos confiesa que su hija pequeña de 7 años quiere ser como su abuelo.

-¿Cómo definirías tu forma de pensar?
-Yo soy eminentemente práctica, como ves. Deseo que las cosas que sabemos acerca de nosotros mismos y que podríamos aplicar, las apliquemos, que nos cuenten cosas prácticas.

-Parece sencillo hacer cambios, que después se tornan complicados ¿Por qué nos complicamos tanto?
-Creo que es una cuestión de entorno, estoy cada día más convencida, porque la paradoja del cerebro es que estamos dotados para innovar y cambiar cosas, somos una especie tan creativa, pero al mismo tiempo estamos dotados para sobrevivir, para atrincherarnos siempre de la misma manera, entonces tienes que elegir en que parte de esa balanza te sitúas.

-¿Tú eliges cambiar?
-Y no eliges siempre innovar y cambiar pues sería hasta peligroso para ti, pero es un equilibrio. Lo que pasa es que no nos educan para saber que eso es una elección consciente. Lo que nos dicen es lo que tienes, atrinchérate ahí y cuídalo.

-Entonces ¿el problema es cultural?
-Si tú quieres hacer un cambio importante en tu vida, tu familia te lo va a intentar impedir, probablemente. Hay un cierto elemento de “oye, protégete”, la familia te quiere mucho y te quiere proteger. Y a veces es incompatible, hay que tomar riesgos. Hay entornos más creativos unos que otros.

-Mirando un entorno más amplio
-Hay países donde se premia la innovación y hay países donde se castiga la gente innovadora, donde los ridiculizan o donde no te enseñan que para lograr una buena idea tienes que tener entornos que te permitan sacar la idea adelante, contrastar, desechar...

-¿Cómo ves nuestro país en cuanto a innovación?
-España no es un país que facilite una cultura de innovación, en todos los ámbitos. Aquí no se nos hace fácil. Se prima más una parte conservadora del cerebro, pero la parte de rompe y rasga, de marcharse pronto fuera de casa, de viajar por el mundo, vivir en cualquier rincón del país, no se da. Tiene sus ventajas y desventajas, pero no la cultura del cambio, donde esté bien visto.

-Presentas libro después de tres años ¿Qué te ha tenido ocupada?
-Han sido tres años muy intensos, de trabajos que no se ven, y trabajos que si se ven, la televisión, la radio y prensa. Los medios requieren mucho trabajo para un minuto y han absorbido mucho de mi tiempo.

-'Una mochila para el universo' da las claves para gestionar nuestras emociones ¿Es necesario?
-Los humanos tenemos una particularidad con otras especies y es que tenemos emociones mezcladas, las cosas te pueden dar miedo y hacer ilusión a la vez, pena y alegría a la vez, lidiamos constantemente con muchas emociones mezcladas y a veces esto a la gente le desconcierta.

-¿Qué es una emoción para ti?
-El vivir con riqueza de emociones es lo más bonito del mundo. La emoción es vida, cuando no hay emoción es que te has muerto.

-¿Con cuál te sientes más realizada?
-Las emociones, siempre digo que no son ni positivas ni negativas, sino útiles o perjudiciales, y cuando tu has tenido un final de etapa, una decepción o un obstáculo, el poder vivir una época de recogimiento o de mayor tristeza es sano. Lo que pasa es que no nos enseñan a lidiar con los momentos de duelo. Una buena gestión emocional incluye saber enfrentarte al desamor, a la ira, a la decepción. Saber poner en marcha tu capacidad de superación de obstáculos, que nos recuerden que es muy fuerte en el ser humano.

-¿Cómo se aprende a gestionar estas emociones?
-Hay que entrenar, es el mismo proceso que hacer ejercicio para estar en forma, para el cuerpo, hay que ejercitar el cerebro para ser más positivos.

-El libro está estructurado en 21 rutas y en cada una se analiza una situación ¿El orden tiene un sentido? ¿Cuál te parece más interesante?
-El orden tiene sentido, sobre todo la primera '¿Cuánto amor necesitamos?' es la más importante, sentimos amor desde los siete años y tendemos a reducirlo a la vida de pareja o incluso al sexo. Aunque uno de los capítulos que más me gusta es el de consecución de metas.

-Es buen momento para este libro, ya que la crisis nos pone a prueba.
-La única ventaja de las crisis es que permite el cambio. Nos estamos dedicando a ver como cae, pero deberíamos hacer otras cosas para evitarlo.

-¿Recomendarías este libro a los políticos?
-Se lo recomendaría a todos los políticos, les haría resúmenes y se lo contaría uno a uno porque apuntalar lo que no funciona en vez de cambiarlo no es una solución.

-Has seguido los pasos de tu padre, Eduardo Punset, en cuanto a divulgación de conocimiento. ¿Qué tenéis en común?
-No lo pretendía, fíjate, porque trabajamos en medios distintos y escribimos de una forma ligeramente distinta. Supongo que lo que nos une y en lo que me identifico mucho con él, es que pensamos que la gente tiene mucho más poder del que tiene para cambiar sus vidas, hay muchas más soluciones de las que parece para las cosas, que no son tan difíciles y que las ideas pueden ayudar a cambiar las vidas de las personas. Querer compartir esto, querer ayudar a los demás a vivir mejor, creo que es lo que me une a mi padre.

-Sois muy positivos los dos ¿verdad?
-Somos los dos de la casa, porque somos más en casa, que siempre el sentido del humor y la curiosidad lo hemos tenido más desarrollados.

-¿Tus hermanos no han seguido este camino?
-No, por eso digo, que a veces parece como lógico, pero no tiene por qué.

-¿Tus hijas apuntan maneras?
-Mi hija pequeña tal vez, tiene la misma cabeza que su abuelo, llena de rizos y se pasa el día diciendo que va a ser como su 'abu', escribe muchísimo y tiene 7 años. Supongo que hay determinadas miradas sobre la vida que se heredan, determinados intereses que potencias con el entorno, aprendemos de lo que son nuestros padres. Pero la mayor, por ejemplo, yo creo que no, es misterioso esto.

-¿Qué tal la experiencia televisiva en 'El Hormiguero'?
-Muy bonita, ha sido una etapa muy bonita en mi vida, en el que intentamos un formato que no se había hecho nunca, y debo decir que sólo Pablo Motos y yo creímos en él cuando lo empezamos, que consistía en dar algo de valor a las personas de una forma entretenida, hablarles acerca de si mismos haciéndoles reír. Ten en cuenta que se aprende mejor desde las emociones positivas, eso de que 'la letra con sangre entra' no me convence, creo que es mucho mejor desde las emociones positivas. Fue un ejercicio muy especial porque tuve que aprender a hablar de cosas esenciales con palabras muy sencillas, me entrenaron como filósofa, que no suele utilizar un lenguaje muy sencillo y para mí fue un gran reto hablar de cosas muy importantes con palabras que entienda todo el mundo, estamos hablando de lo que nos mueve no necesitas una jerga que nadie entienda. Esto lo aprendí en los medios, en la radio y en la tele, más en la tele que es directo y con un entorno absolutamente delirante.

-¿Te ha dicho algún telespectador, “me has ayudado mucho”?
-Si, me lo han dicho tanto, además se notaba en las audiencias que era una sección que funcionaba muy bien y es muy bonita esta sensación de que ayudabas, de que conectabas con algo sencillo, y eso no lo quiero perder.

-Danos un adelanto ¿cuáles son tus próximos proyectos?
-Quiero seguir haciendo televisión, quiero seguir ahondando en el trabajo que hago en las escuelas, para traer programas de inteligencia emocional para que podamos hacer programas de prevención, para aprender esto antes. Cada día me gusta más trabajar para que las personas entiendan como son por dentro, porque lo que no comprendes no lo puedes transformar, es una llave de libertad para las personas.

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