miércoles, 27 de noviembre de 2013

La omnipresente García Rodero

Con una habilidad pasmosa se cuela en las escenas más impactantes, representativas o costumbristas de momentos históricos de la sociedad. Cristina García Rodero, la primera fotógrafa española en entrar en la agencia internacional Magnum, y cuarta mujer del consejo de sabios, expone en la galería Juana de Aizpuru (calle Barquillo, 41) la muestra Georgia. 1995-2013.





La pionera de Puertollano (Ciudad Real) caracteriza su obra por encontrarse siempre en el lugar indicado y no parecer formar parte del elenco de actores en escena. Como alguien ajeno que no está, retrata todo el sentimiento, la emoción de la acción, la intención si cabe. Como si se leyera el pensamiento de los personajes. Como un narrador omnisciente de novelas, deja su testimonio, en este caso de la posguerra de Georgia tras el año 1995

En un seminario contó que quizá su altura (o su bajura) le facilitaba el trabajo, le hacía pasar desapercibida, según recordaba una fiel admiradora. Le da ese otro punto de vista, 'desde el estómago' así lo llamaban los fotógrafos del siglo pasado, como Lisette Model (1901-1983).


La idea de esta colección viene de la celebración del nacimiento de Médicos sin fronteras que le ofreció un trabajo con país a elegir para contar cómo era y la importancia de su trabajo allí. Se sumerge en Georgia, un estado recién arrasado por una guerra civil, inmerso en la pobreza. Con más de 40 instantáneas tomadas en tres viajes y reproducidas en gran formato de manera tradicional, según confiesa la autora le cuesta "renunciar a lo analógico y las sales de plata". Cuando vuelve en 2008 ya se encuentra una Georgia diferente, lo que puede apreciarse en el audiovisual que recoge más de 150 capturas, montadas con una música y ritmo que no desmerecen al potencial de la imagen.

Esta mujer increíble, que como ella misma dijo al Cultural "siempre, siempre, siempre he tratado de entender el comportamiento humano y comprender la vida", congela momentos en una búsqueda constante de sí misma. A sus 64 años todavía no ha previsto una exposición retrospectiva de su obra, aunque reconoce que le gustaría. 


El retrato de Georgia remontando su devastación, hace no más de 18 años, aunque las imágenes parezcan transportarnos al pasado más de cuatro décadas, al tiempo de la España franquista, o a otras muchas posguerras. Niños tristes, muros derruidos, pinturas desconchadas, rostros curtidos y pobreza se desprende de los momentos recogidos sensiblemente por García Rodero, que se podrá ver gratis en Juana de Aizpuru hasta el 8 de diciembre. 

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