domingo, 20 de septiembre de 2015

La intimidad hecha canción


Mäbu te desnuda, mientras se despoja de complementos superfluos, enseña toda su virtud mientras cierras los ojos y te dejas llevar. María Blanco, la tierna y modular voz de este grupo vascomadrileño, pone melodías a canciones ya melódicas. Txarlie Solano, su guitarra y eterno escudero, bajo su gorra mantiene el ritmo que los lleva a los dos por unos directos apasionantes.

El proyecto recibe el nombre Mäbu, acrónimo de María Blanco Uranga, la que comenzó esta andadura en solitario, escribiendo sus propias letras. Después de casi ocho años, ha pasado por ser un dúo con Txarlie, y un trío con el percutor Cesar Uña y, en ocasiones, un grupo más amplio. Pero el alma de su arte es la complicidad de estos músicos con la voz y las intimidades de María y sus letras.


Es toda una química la que se crea sobre el escenario, por eso son un grupo que priorizan los directos y lo dan todo sobre las tablas. Se deben a sus fans "el público demanda verdades sin trampa, como el directo", incluso, han declarado que "las versiones de estudio y vídeos son una parte secundaria de su trabajo". Estas historias que María desgrana sutilmente, las define como pop melodramático intenso, si se me permite opinar, si no fuera de lo bello de su voz, sería doloroso escuchar algunos de sus relatos.

Este estilo tan personal e íntimo, algunos ya lo están clasificando de onírico, pop rock alternativo o indie, pero es una vertiente que cada vez suena más, un jazz castellano, un blues en tono de pop, algo parecido a Zahara, a veces a los primeros pasos de Nena Daconte con una voz que recuerda a Amaia MonteroPero, como ya se sabe, las comparaciones son odiosas y no hay nada mejor que escuchar a los originales Mäbu y que ellos mismos definan su estilo.

Su primera experiencia de estudio fue Hallo de Warner. Un EP de gran éxito sobre todo en redes, con un único tema homónimo del álbum de mediana duración. Según el grupo un acierto, "fue una buena manera de acercarse al público y repartir el trabajo más a largo plazo" para calar más hondo.

María, aunque no quiere que se la conozca por ser hija de Sergio y Estíbaliz, de Mocedades o El Consorcio, no ve aspectos negativos en ser hija de artistas. Por el contrario es una suerte, porque gracias a ello ha tenido "una educación musical muy rica", según nos reconoce ella misma.

Ahora, cuando escuchamos esta banda hacemos reminiscencia con el tema A solas, nos sorprendemos tarareándola como si nos la supiésemos y es que se incluyó en la banda sonora de la serie Física o Química Vol. 2 en el año 2010. Nos ocurre con la mayoría de sus canciones, porque resonaron en nuestra cabeza en algún momento, y es que Mäbu ya estaba en nuestro subconsciente como con el single Con mi voz, que también tuvo una gran repercusión mediática por internet.

En 2011 se convirtieron en el grupo indie revelación y cuentan ya con dos trabajos de estudio: Buenos días Detrás de las luces, además de muchos conciertos a sus espaldas. Están procesando el tercero, que se espera para principios del año que viene y quieren grabar en directo en su mayoría.

Actualmente, han estado girando con el mexicano Rodrigo Robles, que conocieron en su anterior visita a México y con el que han colaborado en su último disco de neoboleros. Estos artistas compartes objetivos, pero les ofrece otra cultura musical, otra dimensión o perspectiva.

Esta gira les ha llevado a recorrer España: Barcelona, Valencia y Bilbao, además de dos fechas en nuestra ciudad gatera. Una de ellas la que presenciamos en la sala Ciento y Pico (calle Valverde, 14) en Malasaña.

Estos chicos, a parte artistazos, son solidarios. El próximo evento en que podremos verles será el 26 de septiembre como teloneros de Marlango en la sala Penélope. Gracias a la Operación Smile se ayudará a sonreír a los niños con labio leporino. Así que aquí tienes la oportunidad perfecta para conocer o recononer a la nueva voz melódica del indie, de disfrutar el jazz de Leonor Watling y Alejandro Pelayo y aportar un granito de arena, una muesca, si no una sonrisa, para apoyar una buena causa solidaria.

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